Cuando pensamos en una copa de vino tinto, muchas personas la asocian con una chimenea encendida, un guiso contundente o una cena otoñal. Sin embargo, los verdaderos amantes del vino saben que el tinto también puede tener un lugar especial en los meses de calor, especialmente si se elige bien y se sirve de forma adecuada. En este artículo, queremos romper mitos, darte consejos y abrirte la puerta a un verano tinto lleno de sabor.

El mito del tinto solo para el invierno

Durante años, ha prevalecido la idea de que el vino tinto es exclusivamente una bebida para los meses fríos. Esto se debe a que muchos tintos de crianza o reserva, con cuerpo y taninos marcados, maridan mejor con platos calóricos y se disfrutan más a temperaturas más frescas. Pero no todos los vinos tintos son iguales. Existen opciones frescas, ligeras y afrutadas que resultan ideales para los días de calor, sobre todo si se sirven a la temperatura adecuada.

El secreto está en el tipo de vino

No todos los tintos se comportan igual en verano. Para esta época, lo más recomendable es optar por:

  • Tintos jóvenes: Son vinos sin crianza o con muy poca, que conservan la fruta y tienen una estructura más ligera.
  • Vinos con baja graduación alcohólica: Un vino más suave entra mejor con calor.
  • Variedades frutales: Tempranillo joven suele ofrecer aromas frescos y frutales que se agradecen.
  • Vinos de maceración carbónica: Como algunos tempranillos de cosecha temprana, que tienen un perfil muy fresco.

En Vinos Marqués de Villalba, nuestro tinto joven se elabora pensando también en esos momentos de disfrute desenfadado. Su intensidad aromática, suavidad en boca y versatilidad lo convierten en un aliado perfecto para una tarde de verano.

La temperatura, el gran aliado

Una de las claves para disfrutar del vino tinto en verano es la temperatura de servicio. Muchos creen que el vino tinto debe servirse «a temperatura ambiente», pero este consejo proviene de otros siglos, cuando la temperatura ambiente era de 16-18ºC, no los 30-35ºC de agosto en España.

Para un tinto joven, una temperatura ideal en verano está entre 12 y 14ºC. Esto potencia su frescura y evita que el alcohol se perciba demasiado.

¿Se puede meter el vino tinto en la nevera?

¡Claro que sí! De hecho, meterlo una media hora antes de servir puede ser ideal. Incluso puedes mantener la botella en una cubitera con hielo y agua, igual que harías con un blanco o rosado. La clave está en no pasarse: si está demasiado frío, perderá aromas.

Maridajes ligeros para un verano tinto

Olvídate de los estofados y carnes rojas pesadas. El vino tinto en verano se disfruta con:

  • Tablas de embutidos ibéricos y quesos curados.
  • Carnes a la brasa, como costillas o pinchos morunos.
  • Ensaladas con frutos secos, queso y vinagreta de frambuesa.
  • Tartares y carpaccios de ternera.
  • Platos de pasta con salsa de tomate fresco.
  • Hamburguesas gourmet o pizzas artesanas.

La clave está en platos que no sean excesivamente grasos ni contundentes, pero que admitan el cuerpo y los taninos suaves de un buen tinto joven.

Tinto en copa de verano: una opción desenfadada

Otra forma de disfrutar el vino tinto en los meses de calor es en su versión más veraniega y popular: la copa de vino con hielo, conocida también como «tinto de verano». Aunque no es la forma tradicional de catar un vino, es una opción refrescante y agradable para quienes buscan algo ligero, con menos alcohol y muy fácil de beber.

Puedes prepararlo de forma sencilla:

  • Hielo al gusto.
  • Mitad vino tinto joven.
  • Mitad gaseosa o refresco de limón (según preferencias).
  • Rodaja de limón o naranja para decorar.

Eso sí, escoge siempre un vino de calidad. Un buen tinto joven marcará la diferencia incluso en esta versión tan casual.

Propuesta de experiencia

Imagina una tarde de agosto, una terraza con amigos, una tabla de quesos manchegos y embutido, y una botella ligeramente enfriada de nuestro tinto joven Marqués de Villalba.

En copa, brilla con un rojo cereza vivo; al olfato, aromas a fruta roja fresca; en boca, redondo, suave y con un final refrescante. Perfecto para brindar, charlar y dejar que el tiempo pase sin prisa.

No hace falta esperar al otoño para disfrutar del vino tinto. Solo necesitas cambiar el chip y adaptarte a las posibilidades que ofrece cada estación.

El verano también es tinto

El vino tinto no está reñido con el verano. Al contrario, bien elegido y servido, puede ser un gran protagonista de tus momentos estivales. Desde Cooperativa Montevirgen te animamos a redescubrirlo, a explorarlo con nuevos maridajes y temperaturas, y a dejarte sorprender.

Este verano, abre una botella de tinto joven, sírvela fresca y… ¡brinda por el placer de disfrutar sin reglas!

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