Pedir un «vino tinto suave» es un habitual de bares, restaurantes y hostelería en general. Una petición muy común en aficionados al vino, sobre todo en aquellos que se están iniciando en su consumo.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando queremos que un vino tinto sea suave? Vamos a repasar qué es lo que caracteriza a los vinos que se consideran suaves para el público en general, y qué es lo que no deben tener bajo ningún concepto.
Concepto de vino tinto suave
Preguntados por lo que entienden por «vino tinto suave«, la mayoría de aficionados al vino coinciden en que se trata de aquel que puede disfrutarse por todos los públicos y que no exige estar muy iniciado en el mundo de la enología.
En cuanto a la cata, se suele hablar de una necesidad de evitar el excesivo amargor. Se busca que no resulte demasiado ácido o áspero. En definitiva, que se asemeje a lo que entendemos por ‘suave’ en cualquier otro producto o alimento.
Características de un vino tinto suave
Más allá de percepciones individuales, es posible establecer ciertas características comunes a todos los tintos considerados como ‘suaves’: taninos, azúcares residuales, alcohol e incluso la variedad de uva utilizada.
Taninos del vino suave
Los taninos son compuestos del vino que proceden de la uva. Contribuyen al envejecimiento del vino y le aportan cuerpo y estructura. Esto implica que, a mayor presencia de taninos, más amargo será el vino y, por tanto, menos suave.
Nuestro Marqués de Villalba Tempranillo es un buen ejemplo de vino en el que la cantidad de taninos le otorga un paso por boca suave, sedoso y aterciopelado.
Azúcares residuales
Hay una relación directa entre dulzor y ‘suavidad’ del vino: cuanta mayor es la cantidad de azúcares residuales presentes en el vino, menor será la sensación de acidez que su consumo produzca.
Cantidad de alcohol
Por lo general, se considera que un vino de menor graduación alcohólica es un vino suave y mucho más sencillo de tomar. El alcohol aporta densidad a los vinos y le sirve para modificar la sensación que producen al consumidor.
Variedad de uva
Si bien no es un factor definitivo, el tipo de uva del que procede un vino influye en la ‘suavidad’ del mismo. Hay uvas que, por sus características, son más proclives a producir vinos complejos o amargos, o simplemente a aumentar la sensación de calor en la garganta, lo que jugará en su contra para recibir la consideración de ‘suave.
Vino tinto suave: factores a evitar
Para que un vino resulte amable en su paso por paladar, hay ciertos aspectos que nunca deben estar presentes. Siempre trataremos de que no sea demasiado ácido, demasiado amargo o muy áspero.
Por contra, los vinos tintos suaves son aquellos que encuentran un agradable equilibrio entre acidez, amargor y astringencia. Son vinos que suelen gustar a todo tipo de públicos y perfectos para compartir sin mayor objetivo que disfrutar de la compañía.
Marqués de Villalba Tempranillo: suave y equilibrado
La bodega de Marqués de Villalba nos presenta un ejemplo perfecto de vino tinto suave acorde a lo descrito anteriormente. El tempranillo que se produce en Cooperativa Montevirgen tiene un paso por boca aterciopelado, suave y duradero.
Se trata de un vino sabroso que combina muy bien con carnes rojas y blancas, siendo también adecuado para degustar con setas y quesos curados o azules. Su temperatura de servicio ideal está entre los 14ºC y los 17ºC.